lunes, 28 de noviembre de 2011

UNA PELÍCULA DE SIEMPRE

UNO DE LOS DOCUMENTALES MÁS CAROS DE LA HISTORIA.

IMÁGENES IMPRESIONANTES CAPACES DE HACERTE SOÑAR Y VIVIR

UN CUPLÉ DE SIEMPRE

LA CHULERÍA DEL PICHI

ESPERO NO IRME A LAS ESTRELLAS SIN HABER VISTO Y ESCUCHADO A ESTOS HERMOSOS ANIMALES, LO MISMO QUE A LOS DELFINES.

ESTA CANCIÓN PERTENECE AL ÚLTIMO AL ÚLTIMO DISCO DE CHAMBAO Y ES, PROBABLEMENTE, LA MÁS HERMOSA DEL DISCO.

MARAVILLOSAS IMÁGENES Y BALLENAS

UNA HERMOSÍSIMA HISTORIA DE VIDA, AMOR Y AMISTAD. PANTALLA GRANDE, PLIS.

cUÁNTA TERNURA. MÍRENLO EN PANTALLA GRANDE Y NO SE PIERDAN LA SONRISA DEL DELFÍN

D

domingo, 27 de noviembre de 2011

¿PERDER? ¡NUNCA!


   A los políticos


        El tostón, o la lata, o el coñazo - cualquiera de estos términos cabe e incluso otros más peyorativos – al referirnos a las elecciones. Menuda paliza la que hemos tenido que soportar los sufridos telespectadores o radioyentes. Parecía que no se iba a acabar nunca. Primero la precampaña, luego la campaña propiamente dicha, con sus discursos  y regalitos a base de gorras, camisetas, bolígrafos, mecheros y otras chucherías, todo ello por generosidad de los diferentes partidos, no nos engañemos, todo ello sin ánimo de llevar el agua a su molino o de arrimar el ascua a su sardina.

 Y  finalmente las votaciones, lo que en lenguaje taurino se podría considerar como "la hora de la verdad". Y más tarde, como colofón, la noche electoral, con sus risas y lágrimas, sus abrazos y felicitaciones, sus “hemos ganado, somos los mejores”, etc. etcétera. Entonces es cuando nos dan una auténtica lección de matemáticas surrealistas. Vamos, que el álgebra, e incluso la trigonometría, son pan comido al lado de las combinaciones resultantes. Todos han ganado. Hay partidos que pierden concejales, miles e incluso millones de votos, que casi desaparecen del espectro político del municipio o ciudad o país, que si sus candidatos  tuvieran vergüenza - quizá sea demasiado pedir - se echarían a llorar, y sin embargo, por no sé qué clase de elucubraciones, resulta que las elecciones les han sido favorables.

        Luego, cuando las cosas se han puesto en su sitio y las situaciones han quedado perfectamente definidas, está la resaca, el no saber qué hacer de los que ganan y la mal disimulada resignación de los que pierden. Y lo peor de todo, lo que realmente no tiene la menor justificación, es el resabio, la diversidad de opiniones, la antipatía de unos electores hacia otros, generalmente de los que han perdido hacia los que han ganado… Esto, naturalmente, apenas tiene incidencia en las grandes ciudades, porque el voto está muy arropado por el anonimato,  pero en los pueblos, donde todo el mundo sabe de qué pie cojea el vecino, donde los candidatos van solicitando el voto puerta a puerta en una especie de indigna e innecesaria mendicidad, o los ganan en los mostradores de los bares a base de invitaciones y generalmente de falsas promesas, se producen divisiones incluso en el seno de las familias, divisiones que algunas veces acaban a tortazo limpio o, en el mejor de los casos,  con retirarse la palabra . Y es que, por mucho que se diga, la llamada “España profunda”, dista mucho aún de aflorar a la superficie.

        Increíble. ¿Y todo para qué? Si, como se supone, la política es el arte de gobernar, de hacer el bien por el pueblo,  de volcarse en los demás sin la menor sombra de interés, ¿qué más da que gobierne uno u otro? Por eso, el ciudadano normal y corriente, que paga sus impuestos, que se bebe su vasito de vino de vez en cuando y se echa una partidita de dominó con los amigos, no   puede por menos que hacerse cruces  cuando ve cómo los que ganan  se aferran al sillón de mando hasta el extremo de pegárseles las culeras de los pantalones en el asiento, como si las untasen con "superglue".Y antes  de levantarse prefieren dejarse pegada, no la tela de las culeras, sino la propia piel del culo.

        Menos mal que no les guía el interés...

                       © ÁNGEL CAZORLA OLMO

 
    

Bach Piano Concerto BWV 1055 A major David Fray Mvt1

MISSISSIPPI JAZZ BAND & Era Kann

viernes, 18 de noviembre de 2011

PARA AQUELLOS QUE NO LEEN


Gabriella Campbell
¿Cuántas veces habéis dicho, o escuchado, aquello de “me encanta leer pero nunca tengo tiempo para ello”? ¿O “lo he intentado, pero leer no me gusta, es aburrido”? ¿O incluso “cuando era joven leía mucho, pero ahora tengo cosas más importantes que hacer”?
Ya hemos hablado en este mismo blog sobre los efectos beneficiosos que tiene la lectura sobre nuestro cerebro y sobre nuestra vida personal. Sin embargo, a veces se nos olvida uno de los aspectos fundamentales de la lectura: leer es divertido. También hemos mencionado la existencia de libros “gancho”, libros no necesariamente clásicos, ni de una calidad maravillosa, pero que sirven para demostrarle a los poco habituados a la lectura que el acto de leer puede ser muy entretenido, que sumergirse en mundos diferentes, en realidades alternativas, es algo que sólo ofrece la lectura, o por lo menos sólo ella lo ofrece de una manera tan completa y entregada. En su popular web zenhabits, el bloguero estadounidense Leo Babauta publicó hace poco una entrada en la que defendía el acto de leer y daba algunos consejos para los no aficionados a la lectura. Leo insiste en que uno debe leer por gusto, nunca por obligación (a no ser, claro, que uno sea estudiante de literatura, editor o crítico y su tarea principal consista en leer hasta el agotamiento). También nos indica que uno debe hacer tiempo para la lectura, adjudicando un periodo al día para ésta (esto, si se hace de manera diaria, crea hábito, lo que hará que cada vez nos resulte más fácil coger un libro). Aunque pensemos que no tenemos tiempo, es increíble la de minutos que podemos rescatarle al día si prescindimos de tareas innecesarias o si restringimos el tiempo dedicado a las redes sociales, al correo electrónico y a Internet en general, por no hablar de la televisión.
Otro buen consejo de Leo es que cuando leamos no hagamos más que eso. Convirtamos la experiencia en un ritual íntimo en el que sólo participamos nosotros y el libro, y olvidemos durante un rato las preocupaciones, las distracciones externas, incluso el mundo que habitamos. Para él, lo fundamental es que el lector disfrute de la experiencia; aunque leer libros densos y elaborados sea muy recomendable si son de una calidad probada, para empezar a coger el hábito siempre es mejor una obra apasionante, amena, que nos apetezca tener entre las manos. Así, el acto de leer se convertirá en algo que nos atraiga, en una recompensa en vez de un castigo.
Otro punto interesante que marca Leo es la faceta social del libro. Los clubs o tertulias literarias son maneras fantásticas de sacarle el mayor rendimiento posible a la lectura, ya que contrastamos la experiencia personal con la de los demás, y además sirven para conocer a personas con intereses similares a los nuestros. No hace falta buscar una tertulia ya existente, cualquiera puede iniciar una propia con sus conocidos en su hogar, un parque, una cafetería o un bar. Y así a veces pueden incluso llegar a combinarse, como hacen tertulias como Tiramisú en Madrid, dos grandes pasiones: el buen comer y la buena lectura. Sea como sea, el resultado es el mismo: leer (y hablar de lo leído) es divertido, y por mucho que en ocasiones se venda lo literario como un producto serio, clásico, de prestigio, digno de esfuerzo, ello no debe influir en nuestra más básica necesidad de dejarnos llevar por una obra, dejarnos secuestrar por las páginas de un libro maravilloso que haga que nuestro día sea, en conclusión, mucho más agradable.


VA UN TAXISTA...


Va de un taxista y de un cura que acaban de fallecer. Primero lo hace el taxista. Se muere y va directamente al cielo. Nada más llegar dicen que le abrió la puerta San Pedro, y nada más verlo exclamó: "¡Hombre, eres tú!. Pasa, pasa… Como te has portado muy bien y has trabajado muy duro te vamos a dar un chalet a todo tren, con una excelente piscina y un campo de golf . Y de trabajar, ya nada de nada".

Al poco rato, llega el cura, que como se ha dicho acaba de fallecer, y
al verlo le dice San Pedro: "¡Ah, eres tú!… Pues no sé que tengo para
ti. Y es que tu caso es muy complicado. Bueno, te dedicarás a hacer
trabajos para la comunidad, y compartirás un apartamento con otro grupo de recién llegados".

Y el cura, que al estar muerto tenía capacidad para ver lo que había
pasado con anterioridad, no pudo más y se mostró profundamente indignado ante San Pedro: "No me lo puedo creer, así me lo pagáis después de haber dedicado toda mi vida a salvar pecadores e infieles. Toda mi vida predicando y me tratáis como a un paria. Es indignante, y a ese taxista
que ha llegado antes que yo, que tenía un genio de perros y se pasaba todo el día jurando y maldiciendo lo habéis tratado a cuerpo de rey…".

Llegados a este punto, San Pedro, enérgico, cortó al indignado cura
diciéndole: "De lo que parece que no te has enterado todavía es que
aquí, en el cielo, trabajamos por objetivos y resultados. Es verdad que predicaste mucho, pero también es verdad que dormías hasta las piedras, y que si hubiera sido por ti nadie se habría arrepentido de sus pecados…
En cambio, ese taxista, del que tú hablas tan mal, consiguió todo lo
contrario. Nada más que sus clientes subían al taxi y arrancaba a toda pastilla, jurando como un energúmeno, los clientes se ponían
automáticamente a rezar… Y aquí te recuerdo que se trabaja por objetivos y resultados"

jueves, 17 de noviembre de 2011

ME CLONARON


TERNURA INFINITA


Mamá y Pablo viendo la tele en mi linda casa de Puerto Naos.
Me emociona ver esta foto tan entrañable.
Pablo ya terminó su carrera y mamá está con papá en la estrella que más brilla: Venus. Les corresponde por derecho propio ya que su amor fue infatigable en la guerra y en la paz.

EL CONCIERTO

LA REBELIÓN...


“La rebelión consiste en mirar una rosa
 Hasta pulverizarse los ojos”

 © ALEJANDRA PIZARNIK

UNA PELÍCULA PRECIOSA ÉSTA

martes, 1 de noviembre de 2011

VETE VIENTO VUELA


El silencio me sublima, me enternece, me adentra en un mundo mágico donde en mis ensueños veo todo lo que me apetece: a ti, atisbando tras los cristales de mi ventana en noche clara, subyugante, de estrellas rutilantes donde la Luna coquetea con cada lucero que pasa a su vera y tú, sigues atisbando, viento lujurioso, te seducen mis palabras porque en alto sueño; son para él mis profundos sentimientos, para el que navega a través del tiempo y llega a mi alcoba con luz que ilumina la estancia y platicamos muy quedo; no murmures incoherencias viejo loco, ¿no te llegan nuestros ecos? ¿no ves nuestros lechos? no limpies los cristales de los velos de nuestro aliento, déjalos estar, es la intimidad la que alimenta nuestro pensamiento y se desboca en la piel de nuestros cuerpos que se presentan sinuosos hacia el toque que enloquece pasiones, cuando vuelan mariposas en intercambios caprichosas; vete viento que el alba llega, quiero aún de día, seguir soñando mi quimera porque la luz de él ya no me llega. Vete viento, vuela.

© Leonor Rodríguez Rodríguez

MAIA PLISETSKAYA YA TENÍA 50 AÑOS CUANDO RODARON ESTE VÍDEO... PRÁCTICAMENTE NO SE BAJA DE LAS PUNTAS. ES UN ESFUERZO IMPRESIONANTE, PLENO DE DULZURA, SUAVIDAD Y EMOCIÓN.