domingo, 5 de septiembre de 2010

COLORES. PARA PONCIO GALILEO



Me dices que te hable de colores, y te cuento…
Te cuento de una casa blanca, muy blanca, envuelta en azules, sí, muy azules, en perfecta comunión de cielo y mar.
Te cuento de esa arena negra, arena volcánica, volcanes antiguos.Todos me circundan.
Esa arena sin apenas huellas y con brillos de espuma que veo cada día al asomarme a la ventana de mi habitación.
Es hermoso despertarse así. Ver las barcas, siempre con nombres de mujer ¿por qué será?, meciéndose leve y rítmicamente.
Hay una llamada Abora, no es un nombre de mujer, no, es el apelativo que los aborígenes daban al dios del sol. Esa barca es especial. Más grande que las otras y en un rojo y blanco intenso, deslumbrante.
 Me gusta verla salir con los pescadores, esos con los que hablo y me relatan de sus pesqueros, de sus veriles. Casi ninguno sabe nadar, qué curioso, pero conocen a la perfección lo que guardan esos riscos bajo la mar de los que ellos tratan de obtener su alimento, el de su familia y algún otro para vender a todas esas personas que los esperan ansiosas a la orilla de la playa.
Te cuento de esas puestas de sol que pintan de dorado los cuerpos de los bañistas, los rosados de las montañas cercanas, albores que emocionan, los naranjas en cielo límpido en azul que se tiñe para dejarnos un día más esos colores inefables e increíbles.
La luna se asoma, tímida y redonda, sin apenas luz propia. Otras noches ilumina la cumbre y sabes que primero llegará Venus y luego ella vestida con sus mejores galas.
Es de noche, me envuelve la maresía, humedad de la mar que se adhiere a la piel, a la baranda, a la mesa dónde está mi libro reposando mientras disfruto de todo lo que me ha brindado el día.
Cierro la puerta y me voy a la cama repleta de colores y de vida. Mi isla, una vez más, me envuelve con su magia.

Ana I. Hernández Guimerá
Septiembre 2010


















2 comentarios:

  1. Bonita descripción de ese trocito de tu vida, Ana.

    Un placer leerte aquí también.

    Besos
    Narci

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  2. Un amigo me pidió que le hablara de colores y desde mi terraza en Puerto Naos es lo que contemplo cada vez que estoy en ese rincón de refugio y magia.
    Gracias por estar aquí también
    Besos coloridos

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