Con este nombre se conoce un fenómeno atmosférico muy común en las Islas Canarias.
Debe su nombre, como se puede apreciar, a su forma de platillo volante.
He tenido la gran suerte de verlas cuatro veces sobre la mar e impresionan.
El gran simplista canario Benito Cabrera, le puso música. Es de una delicia y delicadeza que es imposible no sentirla en las entrañas.
Chago Melían, con letra de Andrés molina, la canta magistralmente. Y continúa emocionándome.
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