Mis queridos Reyes Magos.-
Acabo de ver como el gran carruaje los llevaba hacia el muelle donde les espera el barco de regreso.
Los despedí desde mi ventana sintiendo la nostalgia de otro año que pasa y al mismo tiempo la alegría de la niña que siempre los esperó con nervios y ansiedad, deseando que su papá abriera la enorme puerta de la sala en la que se encontraban todos los regalos que me dejaban.
¿Recuerdan? Atisbaba por la rendija de la puerta de papá y mamá,hasta que veía luz y corría al cuarto y me metía en medio de ellos para observarlos como cada uno cogía sus regalos de la cesta que dejaban bajo su cama.
Traspasado el umbral de la puerta, mi corazón al galope, nunca me desilusionaba y miraba ávidamente los paquetes casi sin saber por cuál empezar.
¡Era un día tan especial!
Hoy los volví a despedir, luego de seguir el ritual con mis hijos, sin la música claro.
Dejaron atrás unos personajillos, que anoche los veían pasar con la mirada arrebolada de sueños e incluso temor, alegres y contentos que transcurrirán su día jugando con todo lo nuevo.
¡Hasta el próximo año S.S.M.M!
Muchos besos llenos de alegría
© Ana I. Hernández Guimerá
Cualquier 6 de Enero de cualquier año
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